El lapislázuli, aporta paz, calma y serenidad, y quita el estrés del cuerpo,  aportando una paz profunda. Armoniza tus niveles mentales, espirituales, emocionales y físicos.

Posee una enorme serenidad y trae la clave de la realización espiritual.  Reconoce el ataque, bloqueando y devolviéndole a su origen. Armoniza los niveles físico, emocional, mental y espiritual, aportando un profundo conocimiento interno cuando están equilibrados.

Es un poderoso amplificador del pensamiento, aporta claridad y objetividad. Anima a la creatividad y ayuda a afrontar la verdad.

Fortalece el sistema inmunológico, respiratorio y nervioso. Alivia las dolencias relacionadas con la garganta y la tiroides, dolores de cabeza y migrañas. Purifica la sangre de sustancias dañinas, como el cigarrillo o el alcohol. Ayuda a conciliar el sueño y a mejorar el descanso.

El lapislázuli abre el tercer ojo y equilibra el chakra de la garganta.

Es una piedra protectora que contacta con los espíritus guardianes.